Vlog 86 – Tu recompensa Amigo, todos, hasta el más bueno de los humanos, hace las cosas por algún motivo, para conseguir en un futuro, cercano o lejano, una recompensa. Amigo, ¿a qué recompensa aspiras? ¿Qué deseas? Créeme, todos consiguen su recompensa, la recompensa de la que se han hecho merecedores con sus obras, palabras y deseos; y aunque la palabra parece invitar a algo bueno y agradable, no siempre es así; por eso, el único que sale ganando, es el que es bueno, el que tiene una vida recta y vive para agradar a Dios, nuestro Señor, Rey y Creador. Como nos enseña Jesús en el Evangelio, cuando se hacen las cosas para conseguir el aplauso del mundo, uno fracasa, porque aunque consiga su recompensa, esos aplausos y fama, que tanto soñó y deseó, por los que vendió su cuerpo y alma, no va a tener nada más que eso, puesto que el mundo, sólo puede dar algunos placeres. Tendrá su recompensa en la tierra, ¡sí!, pero sólo aquí, ya que en la eternidad, donde se cumple siempre la voluntad de Dios, no va a tener ninguna recompensa. Los buenos, son siempre los vencedores, que ya viviendo en la tierra, son felices por saberse amados por Dios, y vivir en su Gracia, recibiendo en el Cielo, el céntuplo de sus bondades: palabras, mortificaciones, sacrificios y obras, hechas y ofrecidas para Dios. Amigo, sé listo, sé un vencedor y no un perdedor, porque a Dios nadie le gana en generosidad, y muy bien te va a recompensar. Amigo mío, gracias. Y siempre adelante con la fe. Victoria Bellido Durán |