62- ¿Por qué confesarse?

 

Vlog 62 – ¿Por qué confesarse?

 Hola amigo, soy Victoria Bellido Durán, componente del Grupo Musical Flos Mariae, y hoy quiero darte mi opinión sobre el tema que he titulado: «¿Por qué confesarse?».

Amigo, amigo, ven aquí, no te escabullas, hablemos claro tú y yo. ¿Qué tienes contra la confesión; por qué rechazas este importantísimo sacramento? Ah, ¿te da miedo, vergüenza, confesarte? ¿No significa eso que eres consciente de que te has portado mal? Oh, vaya, dices que tienes miedo de que el cura se chive de tus pecados.

Amigo, los buenos sacerdotes no están para chismorrear ni fisgonear en la vida y pecados de nadie; los buenos sacerdotes, los santos sacerdotes, se aferran a su vocación y viven para entregarnos al mismísimo Dios en los sacramentos; se levantan cada mañana para servir al prójimo, imitando en todo a Jesús, Dios. Amigo, créeme, los buenos sacerdotes están demasiado ocupados para ir murmurando de ti y de los demás. Además, no es necesario ser sacerdote para saber los pecados de los demás, porque como dijo Jesús: “Los conoceréis por sus frutos”. Amigo, tus obras hablan por sí solas. Si temes que el sacerdote pueda contar tus pecados, deberías estar temblando de miedo por lo que pueden, o incluso deben, estar contando de ti, las personas de tu alrededor, la gente que te conoce.

Amigo, ya que sabemos que lo de que el sacerdote se suelte de la lengua, es una excusa barata, te digo que es de listos ir a confesarse cada vez que se peca. Porque cuando uno recibe el sacramento de la penitencia, Dios Espíritu Santo no sólo nos perdona, sino que nos consuela, y con la ayuda de su Gracia, podemos ser mejores y enfrentarnos a las pruebas de la vida.

Amigo, haz un buen examen de conciencia y acude a confesarte con un buen sacerdote, que los hay, y así reconcíliate por fin con Dios, que espera, que anhela que vuelvas a vivir en su gracia santificante.

Amigo, ¡ve, ve a confesarte!

Amigo mío, gracias.

Y siempre adelante con la fe.

Victoria Bellido Durán
© copyright