Vlog 4 – ¡Shhh! ¡Shhhhhhhh!… No tienes que decir todo lo que piensas, pero sí tienes que pensar todo lo que dices. Hay quienes sólo quieren ser el centro de atención, y quienes sólo esperan que los demás le tengan en cuenta; y por eso hablan y hablan de todo y cualquier cosa que se les ocurra, aunque sea la primera tontería que se les pase por la cabeza. No es bueno hablar por hablar; es preferible respetar el silencio y meditar. Muchos errores se cometen precisamente por eso, porque se habla mucho, y se piensa poco, o incluso nada. Todo el mundo necesita de su propio espacio, pero nunca más del físico que del espiritual. Muchos se contentan con tener un rincón y objetos materiales para ellos solos, y sin embargo, ni siquiera se preocupan de encontrarse a sí mismos; su cabeza está demasiado ocupada en la televisión, las canciones o música, las redes sociales, en consumir y gastar. Tantos se preocupan de realizarse tanto laboral como socialmente, y ni siquiera son capaces de dedicarse unos minutos al día a sí mismos; aquí no me refiero a los hobbies, sino a la integridad de uno mismo. Algunos, ni siquiera se plantean qué les gusta realmente o qué quieren en la vida; y como pelotas de ping pong, se dejan llevar por la moda, como la gran mayoría de personas. O sea, que ni siquiera viven su vida. Si está de moda viajar a equis lugar, viajan a equis lugar, aunque ni siquiera les guste viajar; no sea que la gente de a su alrededor les vea como unos «bichos raros». Lo más importante no es lo que piensen los demás, al fin y al cabo nunca todos se ponen de acuerdo; no puedes tener contento a todo el mundo. Así que lo más importante es uno mismo. Eso todo el mundo debería tenerlo presente y muy claro. ¿Y cómo puede saber uno que le importa verdaderamente, o que tiene prioridad en su vida, si no piensa ni medita? Date tiempo, ese tiempo que te mereces y necesitas para crecer y madurar como persona. No es cuestión de encerrarse en la habitación durante una hora y obligarse a pensar. Cualquier minuto del día es bueno para pensar… y muchas veces se piensa después de haber escuchado una conversación, o haber visto o hecho algo. Piensa todo lo que dices y no digas todo lo que piensas. Obedece a tu voluntad, y realízate enteramente como persona. Y verás como así eres más feliz. Amigo mío, gracias. Y siempre adelante con la fe. Victoria Bellido Durán |